4. Coleccionista

Con las palabras de coleccionista y naturalista se puede describir a Petra, hablando de su vida, a partir de la primera infancia. Desde su nacimiento ella veía el mundo circundante en los colores distintos a la mayoría de nosotros. Sus padres, al darle su nombre como tenían un presentimiento – la palabra «Petra» en griego significa nada más que la "piedra".

Petra comenzó a reunir su colección cuando compraron con Nenni su propia casa en 1946. La razón para empezar a componer la colección fue el hecho que Petra por fin tenía la oportunidad de guardar todas las piedras encontradas en un solo lugar. Hasta este tiempo, a pesar de que encontraba un montón de piedras y minerales, Petra tenía que dejarlos en aquel sitio donde los encontró, ya que no tenía lugar para almacenarlos. En cierto sentido, hasta que no tuvo lugar adecuado donde guardar las piedras, todo el trabajo de coleccionar se llevaba a cabo en su mente. "Cuando comenzó la verdadera reunión de esta colección - ya sabía adonde ir" – recordaba Petra.

Durante las dos primeras décadas, Petra buscó las piedras principalmente en las vertientes nortes de las montañas de Stedvarfordiur. Al salir de la puerta de su casa, ella se subía a la montaña, que se elevaba por encima de su casa. El hecho es que hasta 1962 fue muy difícil viajar por esta parte de Islandia oriental. Los caminos eran primitivos, no había puente sobre el río Stöðvará. En este sentido, Stedvarfordiur era una zona alejada del resto del mundo, y este obstáculo limitaba la capacidad de Petra de recoger las piedras en las áreas vecinas. Es por eso mismo, la mayoría de sus piedras encontradas procedían de Stedvarfordiur. Más tarde se amplió el ámbito de su recogida, que cubrió la totalidad del Este de Islandia. Su colección principalmente da una idea de tipos de minerales que son típicos para esta parte del país.

Mucha gente piensa que los coleccionistas de minerales son unas personas raras. A lo largo de su vida, Petra oía estas palabras que se empleaban por la gente hablando de ella. Algunos aconsejaban a Petra dedicarse a algo más "útil", por ejemplo, cocer el pan o cuidar la casa, es decir, reforzarse más en el papel de un ama de casa. Pero en realidad era ama de casa. Según Petra, se daba cuenta de que la recogida de piedras que duraba muchas horas podía parecer extraña a alguien, pero por otro lado, le daba igual la opinión de los demás.

Petra, sin duda, tenía un talento especial de descubrir las piedras preciosas. Mucha gente decía que Petra podría recoger un mineral de increíble belleza en el mismo lugar donde hace sólo unos minutos anduvieron ellos. Petra comparaba la recolección de piedras con la caza o la pesca. En cada piedra veía algo nuevo, y esta emoción que sentía al ver los nuevos descubrimientos o "botines", fue una de las razones que la obligaban a regresar a las montañas durante todos estos años. Regresaba a las montañas a pesar de un cierto remordimiento, mezclado con los sentimientos experimentados por ella. Es que Petra nunca ha dejado de creer que las piedras pertenecen a los habitantes de la naturaleza silvestre, sean quien sean.