1. Infancia

Petra María Lesborn (LjósbjörgPetraMaría) nació en vísperas de la Navidad de 1922 en una pequeña casa rural, muy tradicional, que se llamaba Beyarstadir (Bæjarstaðir), que se encontraba en la costa norte de Stedvarfordiur. La casa, el área habitable de la cual no superaba unos pocos metros cuadrados, ya está destruida, pero sus ruinas todavía nos sirven de recordatorio de aquella lucha por existencia, que llevaban los islandeses de día en día, viviendo en esas humildes viviendas. Los padres de Petra fueron Svein Borgolasson (Sveinn Bjorgolfsson) y Svanjvit Lara Sigridur Petursdottir (Svanhvít Lára Sigríður Petursdottir). La familia vivió en Beyarstadir catorce años. En 1927 se trasladó a la aldea de Kirkiubol (Kirkjuból) (hoy en día Stedvarfordiur).

Es natural que Petra no recordara muchas de las cosas que pertenecieron al período de residencia en Beyarstadire. Los pocos recuerdos que tenía Petra, en parte se basaban en las historias oídas de sus padres. Uno de esos recuerdos mezclados fue cuando el hermano y la hermana de Petra la llevaron a unas rocas, alrededor de las cuales estaba en aquel entonces su casa. La sentaron en el saledizo, y comenzaron a jugar a su vera. Al poco tiempo las rocas se hundieron en la niebla, a través de la cual no se veía nada. Los niños cayeron en lloro, y permanecieron así un tiempo bastante largo. Pero, como suele ser, la niebla a la corta o a la larga se desvaneció, y los niños pudieron volver a casa. Es curioso que uno de los primeros recuerdos de Petra estuviera relacionado con la naturaleza, sobre todo con las rocas, donde posteriormente buscó y encontró sus primeras piedras.

El primer recuerdo infantil claro de Petra fue el traslado de la familia de Beyarstadir a la aldea Kirkiubol (hoy en día Stedvarfordiur). Los cambios no le agradaron a la niña, y, a pesar de sus cinco años, demostraba firmemente su deseo de volver a la casa vieja. Este deseo de volver lo demostraba a su manera propia. Petra manifestaba su protesta subiendo a la azotea del granero, que se situaba no muy lejos de su nueva casa, y cantaba las canciones, e incluso maldecía (dependiendo de su estado de ánimo), sentada en el techo.

Después del traslado de su familia a la aldea, Peter se enfermó gravemente. La enfermedad se prolongó durante un año, siendo de notar que el estado de la niña era tan grave que los padres más que una vez dejaban de caer los brazos con desesperación. Pero ella salió a duras penas, y en años posteriores se hacía más fuerte y más vigorosa. Lo pudieron sentir los niños de la aldea, que provocaban a Petra y a sus amigas. Unos años más tarde Petra se convirtió en una muchacha testaruda y muy trabajadora, con un carácter más bien inflexible. Sin embargo, estas cualidades le sirvieron muy útiles en su vida posterior, cuando Petra tuvo que lidiar con diversas dificultades y problemas de toda especie.

Las piedras hermosas siempre han sido parte de la vida de Petra. Al principio, la niña recogía las piedras para sus dibujos. Más tarde comenzó a reunir y otras piedras, usándolas para decorar las casitas pequeñas (los lugareños las llaman «gullabú»). Estas casitas, Petra y sus numerosos amigos construían por todo el pueblo. Algunas de las piedras fueron utilizados como utensilios para las comidas, que Petra ofrecía a sus amigos durante sus pequeñas "fiestas de té". El menú incluía los "hornazos" de arena, bayas, verduras, tomados de los muchos huertos de la aldea. Entonces, a la edad de siete años, Petra comenzó a encontrar sus primeros minerales que llenaron el vacío de las rocas.

 

Tiempo de decir "Adiós" (del libro de Petra)

Tan pronto como pongo la cabeza a la almohada, me presento a menudo en las montañas

Petra Sveinsdóttir"Tengo mucha suerte con la salud, especialmente con mis manos, con las cuales trabajo continuamente durante el día. Probablemente esto es porque la mayor parte del tiempo lo llevo en el aire abierto. No temo la muerte. No supongo que pudiera regenerarme como si nada hubiera pasado, pero al mismo tiempo, indudablemente, no debo desaparecer. Para mí no es obligatorio creer en lo que el Diablo se haya agazapado por un lado del camino y trate de cogerme, y el Diós Todopoderoso esté volando por otro lado, y soy convencida en lo que en este mundo existe mucho más fenómenos asombrosos, a menudo invisibles, en la vida ordinaria. No lamento en nada, me he resignado y no quisiera cambiar nada, aunque si tuviera la posibilidad de vivir la vida de nuevo. Tejo del ocaso hasta el amanecer, y tan pronto como pongo la cabeza a la almohada, me presento a menudo en las montañas".

Petra ha pasado a mejor mundo el 10 de enero de 2012, a seis semanas después de la publicación del libro en el islandés.