5. Colección

Durante las últimas tres décadas, cientos de miles de personas visitaron la Casa de Petra. Naturalmente, esto tuvo un efecto en la vida cotidiana de su familia. Muchos de los visitantes que acudían a ella para ver la colección no se daban cuenta de que estaban en una casa privada. Tanto la casa como el jardín se convirtieron en una especie de museo natural, sobre todo en los últimos años. Sin embargo, por encima de todo, Sunnujlid siempre era para Petra un hogar. No le importaba la incomodidad, porque la atención de toda esta gente le traía una gran satisfacción interior.

Cuando el invierno largo de Islandia llega a su fin, la familia se está preparando para un arreglo de primavera. No es difícil imaginar que no es un trabajo fácil. En primer lugar, es necesario recoger las hojas caídas, flores y otras plantas, así como la basura depositada en el jardín durante el invierno. Luego, todas las piedras del jardín y de la casa se quitan de los bancos y estantes y se limpian. Se tarda unos pocos días. En ese momento, se reparan los bancos y estantes rotos y desgastados, se realizan diversos trabajos de mantenimiento y construcción si hay necesidad.

El verano y otoño es un tiempo de trabajo febril para la familia. En los últimos diez años, el número de visitantes que querían ver Sunnujlid creció constantemente, llegando a 20 000 personas en 2003. En julio y agosto, la casa permanece visitada diariamente por cientos de personas. Un par de cientos de visitantes, que al mismo tiempo, miran la colección - no es poco común. En los últimos años, la colección de minerales de Petra se ha convertido en la atracción turística más favorita en el Este de Islandia.

Entre los visitantes de la Casa de Petra hay una amplia variedad de personas procedentes de todos los rincones del mundo. A lo largo de este tiempo, aquí han estado muchas personas memorables. Hace unos años, de Italia llegó un grupo de doce ciclistas. Después de pasar unos cuantos días de viaje por Islandia, fueron atrapados por un chaparrón. Petra adoptó a los ciclistas calados hasta los huesos en su casa; les dio de comer y proporcionó una habitación, secó toda la ropa. Luego fueron capaces de continuar su viaje. Su libro de visitas está lleno de historias similares a esta. Hace muchos años, vinieron a verlos tres estadounidenses muy cansados. Petra les invitó a cenar con la familia, y luego les proporcionó una cama para dormir en su casa. Las cartas de agradecimiento de ellos, así como de muchos otros que sintieron personalmente la hospitalidad de Petra siguen llegando a Sunnujlid.

Una vez a la Casa de Peta vino un estadounidense, que después de haber sido herido en la guerra de Vietnam, fue confinado a una silla de ruedas. Sin tener suficiente tiempo, su grupo no podía quedarse más tiempo para estudiar con más detalle la colección, y cuando empezó a salir, el hombre se negó a abandonar la casa. Después de tres horas pasadas, se consiguieron a convencerle a partirse, pero al salir le dijo a Petra que ahora, después de ver la colección, ya sabe qué lugar le espera al final de su vida, y debido a esto, se le ha vuelto más fácil de aceptar su estado físico. No era único en experimentar los sentimientos similares al visitar a Sunnujlid: una vez, un turista dejó sus zapatos en la puerta, diciendo que este lugar era sagrado, por lo que en no era adecuado caminar allí en los zapatos.

La gente viene aquí por diferentes razones. La mayoría de ellos, por causa de la belleza de los minerales, otros – porque les interesa la geología, bueno, hay algunos que vienen por su fe en la poderosa energía de las piedras. Muchos vienen aquí de nuevo, como, por ejemplo, un profesor de geología, que visitó a Petra más de veinte veces con sus estudiantes de posgrado, y un grupo de visitantes del Instituto Alemán para los Ciegos.

En mucha gente, la colección de piedras y minerales produce unos sentimientos muy fuertes. Algunos al entrar en casa, empiezan a llorar, mientras que otros afirman que las piedras que han visto les hizo un fuerte impacto físico. Tal vez nadie podrá comprobar si tiene una piedra preciosa un poder curativo o no, pero, sin embargo, mucha gente cree en esta fuerza, viniendo aquí en grandes grupos de año en año.

 

Tiempo de decir "Adiós" (del libro de Petra)

Tan pronto como pongo la cabeza a la almohada, me presento a menudo en las montañas

Petra Sveinsdóttir"Tengo mucha suerte con la salud, especialmente con mis manos, con las cuales trabajo continuamente durante el día. Probablemente esto es porque la mayor parte del tiempo lo llevo en el aire abierto. No temo la muerte. No supongo que pudiera regenerarme como si nada hubiera pasado, pero al mismo tiempo, indudablemente, no debo desaparecer. Para mí no es obligatorio creer en lo que el Diablo se haya agazapado por un lado del camino y trate de cogerme, y el Diós Todopoderoso esté volando por otro lado, y soy convencida en lo que en este mundo existe mucho más fenómenos asombrosos, a menudo invisibles, en la vida ordinaria. No lamento en nada, me he resignado y no quisiera cambiar nada, aunque si tuviera la posibilidad de vivir la vida de nuevo. Tejo del ocaso hasta el amanecer, y tan pronto como pongo la cabeza a la almohada, me presento a menudo en las montañas".

Petra ha pasado a mejor mundo el 10 de enero de 2012, a seis semanas después de la publicación del libro en el islandés.